Vamos a la playa – Sarah Bloomstone

Esta semana, además de las clases y el trabajo social, fui a Miraflores y Bocas del Toro.

La experiencia cultural de Miraflores fue increíble. La gira reflejó una oportunidad para ver el canal, una cosa con importancia histórica, económica y social. La gira fue la primera vez que he visto el canal. Además, tuve la oportunidad de aprender y entender el impacto cultural y histórico que el canal tiene. He oído anteriormente sobre el canal, pero para ir a Miraflores, entendí en detalle la construcción y el manejo del canal incluso los precios, una cronología de datos, y como funciona los “locks”. Disfruté mucho el video que miramos que describió en detalle la historia, el la construcción y el impacto histórico, económico, ecológico y social del canal. Durante la película, estaba sentándome al lado de Alexandra y después del video, ella me dijo que el video le causó a llorar un poco porque estaba tan orgullosa de su país. He pensado mucho en esta interacción con Alexandra porque refleja el orgullo nacional y amor por la patria que los Panameñas ejemplifican. En la clase de 455, hemos leído muchas obras literarias que reflejan este sentimiento nacionalista, de hecho, es un tema común de la literatura y está reflejado en las obras como “Al Cerro Ancón” por Amelia de Icaza y más. Sin embargo, para ver estos sentimientos nacionalistas en una amiga fue increíble especialmente en esta época cuando me siento una desconexión y un descontento con mi patria. Empecé a pensar en los estados unidos y si tenemos un sitio con tanta importancia como el canal, pero es mi opinión que no tenemos. Ninguno sito estadounidense ejemplifica el espíritu nacional como el canal. (https://flic.kr/p/RCytt1)

Después de la gira, tomamos un avión para llegar en Bocas del Toro, una provincia en el norte del país. No tuve ninguna expectativa sobre el lugar ni el viaje pero fue increíble. Me sentí como estaba en un país completamente diferente porque la ciudad, la arquitectura y el estilo de vivir fue completamente distinta de la ciudad. Los edificios son coloridos, de madera y son abovedados para proteger del agua porque la ciudad es limita completamente del mar. Básicamente los jardines traseros de las casas costera fueron el mar. Hay una gran variedad entre las personas. Es un destino turístico entonces conocimos muchas personas diferentes, además los habitantes de Bocas tienen historias y pasados distintos y la población refleja una gran diversidad de etnia, religión, clase económica y mas. Por ejemplo, vi un “Chabad” en Bocas (https://flic.kr/p/RG8vPZ) . Chabad es un lugar para los judíos ortodoxos para observar y celebrar shabbat. Este edificio fue el primer edificio judío en Panamá y es interesante que lo vi en un lugar como Bocas. El ambiente de Bocas es diferente también. Solo tiene una calle principal entonces muchas personas están caminando o montando en bicicleta. Por la noche, puedes ver las estrellas y puedes oír las olas en la distancia. Bocas tiene una atmósfera tranquila y lenta en comparación a la ciudad de Panamá. Si pudiera, me jubilaría en Bocas.

El viernes, Christi, Rachael, Lauren y yo tomamos una lancha para visitar otras islas y para hacer snorkel. Conocimos el capitán y su primer oficial (“first mate”) y ellos tuvieron vidas distintas e interesantes. El primer oficial se llamaba Carlos. Él creció en la zona de canal en los años de 80s. Él vivió en los estados unidos por algunos años. Ha velado mucho y por resuelto ha visitado muchos países diferentes. Tiene una aspiración para velar por los océanos pero ahora vive en Bocas y trabaja por esta compañía turística y en su tiempo libre él hace surf . Él compró una parcela de tierra para construir un centro o una escuela con el propósito de enseñar la carpintería y otras habilidades manuales a los ciudadanos de Bocas. Él nos dijo que para crecer en la zona fue increíble. Cuando lo nos dijo, pensé inmediatamente que él tuvo una vida muy distinta, la que es diferente de las personas que he conocido durante este viaje. Una infancia en la zona, para mí, tiene una implicación de privilegio entonces es probable que el tenga una vida cómoda y en su pasado tuvo muchas oportunidades que otras panameñas no tuvieron. Fue muy interesante para hablar con él porque agregó un pedazo o una perspectiva importante y que estaba faltando en mi entiendo completa de Panamá.

Me siento un poco triste que hemos terminado el trabajo social. Me siento que no tuve tiempo suficiente para hacer un impacto en los niños aunque los niños y las aldeas han hecho un impacto enorme en mi vida. Una situación que me recordaré para siempre fue el último día en las aldeas cuando una niña tuvo un pedazo de vidrio en su pie. Ella no lloró ni se preocupó sobre el pedazo. Simplemente saltó a sentarse en el banco para que Sr. Cubillos puede limpiar y cubrir la lesión. Los otros niños se apiñaron para mirar mientras Cubillos limpiaba la lesión y ella estaba sonriendo y riéndose como nada sucedió. Trabajé en un campamento de verano y en la misma situación los niños lloraron y gritaron mucho y quejaron por el resto del día pero sobre sus heridas. Aunque, esta chica, después de limpiar la herida, ella regresó a la piscina como nada ha sucedido. Esta situación refleja la fuerza de estos niños y la capacidad de derrotar cosas que los jóvenes más sensibles no pueden derrotar. Los niños, especialmente los que viven en las aldeas, me inspiran porque tienen esta capacidad de derrotar y sonreír ante la adversidad. No tengo arrepentimientos sobre mi trabajo en las aldeas pero deseo que habría hecho más.

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Tercera Semana

¡Estoy muy triste que esta semana es mi última semana aquí en Panamá! Este mes ha pasado muy bien pero muy rapidamente. Que esta semana tuvimos un día libre fuimos a Bocas del Toro el jueves hasta el domingo. Nunca he visto un lugar más bonito y especial. Me parece que es un sitio donde vienen la gente para escapar sus vidas normales. Todas las personas allí son muy amables y habladores y son de varios paises por todo el mundo. He conocido gente de Australia, Switzerland, Canada y por supuesto, de Panamá.

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Bocas es una isla un poco pobre, y las casas son muy pequeñas. Lo que me gusta de este lugar es que es sencillo pero precioso. La gente va con trajes de baño y sin zapatos. Las restaurantes están cerca del mar y las vistas son increíbles. No tiene hoteles grandes, sólo hosteles pequeños. Me encantó el hostel en que nos quedamos la Sarah y yo. El ambiente era la mejor característica. Todos los huéspedes hablaban con nosotras y cada mañana nos despertamos a comer desayuno con ellos. También por las noches fuimos al patio y hablamos con ellos. A mí me encantó oír sobre sus vidas. Muchos de ellos estaba viajando solos por muchos meses para ver el mundo. A mí me encantaría hacer esto un día. Por eso me gustó mucho escuchar a sus historias.

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Nuestro dueño se llamó Jim, y él era una persona fascinante. Hablamos mucho con él y no contó sobre su vida. Nos dijo que su esposa y él tenían “trabajos reales” en Canada pero se aburrieron de esto y querían buscar una vida más satisfactoria. Entonces decideron abandonar sus trabajos, aprender español y empezar un hostel en Bocas. Ellos se quedan en la isla por medio año. El resto del año ellos tienen otro hotel en Canada. Él es muy simpática y realmente se preocupa por otros. Siempre nos preguntó como habían pasado nuestro día y le encantó hacernos recomendaciones de los mejores sitios en la isla. Es muy trabajador, y cada mañana se despierte a las 6:30 para cocinar el desayuno para todos los huéspedes. Todo el mundo le conoce y los locales le consideran uno de ellos.

Esta semana fue triste también porque tuvimos que despedirnos a los niños de Las Aldeas. Al principio de este viaje estaba muy nerviosa a trabajar allí. Siempre he querido hacer algo como esto, pero tenía miedo de que los niños no querrían hablar conmigo o que no sabría suficiente español para conversar con ellos. Sin embargo, ellos son los niños más simpáticos que he conocido. No puedo creer que nunca voy a verlos otra vez. Ellos son tan abiertos y divertidos, aunque tienen vidas muy dificiles. Me duele el corazón a saber que sus familias no los querían y que eran abusados. Me parece que tienen suerte vivir en un lugar como Las Aldeas. He visto la manera de que cuidan uno de otro. Son una familia en todos aspectos. Esta experiencia me ha cambiado. Quiero hacer algo como esto de nuevo. Los niños me impactaron mucho. Los voy a echar mucho de menos.

La Tercera Semana

Esta semana, he visitado algunos de los lugares más interesantes que he visto. Aunque fue triste pensar que esta era mi última semana completa en Panamá, estaba feliz de tener la oportunidad de hacer cosas increíbles. Dos de mis sitios favoritos que me dieron a la experiencia fueron el Canal de Panamá y la isla de San Cristóbal. Ser capaz de visitar el Canal de Panamá era impresionante porque recuerdo haber aprendido sobre la importancia del canal cuando estaba en la escuela primaria. En la escuela, aprendí que el canal era una innovación importante porque permitía que los barcos pasaran entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico mucho más eficientemente. Sin embargo, en el museo, aprendí más sobre el trabajo que se hizo en hacer el canal. Por ejemplo, aprendí que los barcos tardan entre ocho y diez horas en atravesar el canal. También aprendí que tomó siete años cavar la trinchera para el canal. Disfruté de estar en el muelle y mirando este enorme canal en el que han viajado un millón de barcos desde su primera apertura. Nunca he visto algo parecido. También me pareció interesante que podría buscar a los empleados que trabajaron en la construcción del canal. Cuando busqué mi apellido, encontré a un hombre que había trabajado en el canal durante cinco años, y estoy emocionada de preguntarle a mi papá si piensa que estamos relacionados. Además, cuando leí sobre la historia del canal en el museo, me di cuenta de que estaba conectado mucho con lo que aprendimos en la clase de literatura. Una gran parte de la literatura panameña que hemos aprendido habla sobre la construcción del canal.

El canal

Mientras que ver el canal era principalmente una experiencia sobre la historia, visitar la isla de San Cristóbal era más sobre experimentar la cultura. La isla de San Cristóbal es una isla ubicada en Bocas del Toro. El sábado, Michelle, Cristina, y yo fuimos en un paseo a caballo viaje a través de la selva de la isla. También visitamos un pequeño pueblo indígena donde almorzamos, conocimos a los niños locales y visitamos un centro artesanal. Nuestro guía turístico, Dave, era de los Estados Unidos, pero su mejor amigo era un local del pueblo. Aunque Dave había vivido en Panamá por alrededor de siete años, su español era muy mediocre. Hablaba muy poco español y su mejor amigo no hablaba inglés. Pensé que era asombroso que estos dos amigos no pudieron comunicarse verbalmente muy bien, pero seguían siendo muy buenos amigos. Hablé con el amigo de Dave acerca de dónde yo estaba, donde estábamos estudiando español, y cómo estaba disfrutando del día. Nos recibió en su pueblo, e incluso en su casa, sin siquiera conocernos. Todos que conocimos en la ciudad, especialmente los niños, eran muy amables y felices. En los Estados Unidos, creo que la gente es más guardada y menos agradable que la gente de la ciudad que conocimos en la isla. Aunque el pueblo estaba un poco sucia y muy deteriorado, la gente no parecía importarle en absoluto. Me gustó mucho conocer a la gente del pueblo y llegar a experimentar un día en su vida. También me pareció interesante mientras estábamos montando caballos que estábamos rodeados de árboles de cacao. Nuestro guía explicó el proceso de cosecha de los árboles y la importancia de las semillas en la elaboración de chocolate. Fue interesante ver los árboles porque de vuelta a casa, normalmente sólo veo el producto terminado en los mercados.

El video de los caballos

Los niños

Esta semana en Las Aldeas, el punto culminante de mi semana fue comprar y dar regalos a los niños. Nos dieron un tour de la casa y pudimos ver lo que necesitaban y lo que pensamos que se beneficiarían de tener. Compramos las necesidades, como champú y jabón, pero también compramos cosas como maquillaje y espejos para las chicas y colonia para los chicos. Podríamos decir lo emocionados que estaban los niños de recibir estos regalos y me hizo feliz pensar que les estábamos ayudando de una manera pequeña. En el último día en Las Aldeas, jugué cartas con dos niñas. Jugamos guerra y me enseñaron un juego de cartas que no sabía jugar antes. Estaba muy triste de dejar Las Aldeas sabiendo que no volvería a ver a estos niños otra vez, pero el voluntariado allí reforzó mi deseo de convertirme en trabajadora social y trabajar con niños en el futuro.

Cuando la gente lo roban el corazón

Por el último fin de semana fui a Boquete, un pueblo en la provincia de Chiriquí hacia el oeste de la ciudad. Fue interesante para tomar el bus allí, porque el viaje dura casi 8 horas, entonces vimos mucho del paisaje. Sentamos con un muchacho de Montana que ahora vive en Boquete, y nos dijo que había sido mucha construcción en la autopista para llegar a Chiriquí, entonces llegamos más rápido. El muchacho se llama Jed, y se mudó a Panamá hace 3 años porque sus padres creían que los EEUU eran demasiados peligrosos. Jed está muy emocionado para regresar a los EEUU en abril porque dice que no hay mucho para hacer en Boquete.

En el pueblo de Boquete, sí no hay tantas cosas para hacer. Hay mucho turismo, pero ha desarrollado en los años más recientes, entonces la mayoría de las cosas para hacer son comer en restaurantes y visitar las tiendas de recuerdos. Sin embargo, ¡las montañas y la naturaleza allí son maravillosas! El viernes caminamos en un sendero para ver tres cataratas. Pudimos caminar en el río y acercarnos a las cataratas. No había mucha gente en el sendero, entonces fue un gran descanso de la ciudad. Luego, almorzamos en el pueblo de Boquete y lo exploramos.

El camino hacia las vistas increíbles

El sábado tomamos una gira en caballo, y nuestro guía nos enseñó una palabra nueva: cabalgar. Cabalgamos por su rancho y vimos las vistas increíbles. Había mucha tierra de pastura y otra agricultura. Nuestro guía Jaime ha vivido en Boquete por su vida entera. Nos dijo que antes de ser un destino turístico, Boquete era mayormente un pueblo agrícola. Ahora hay más trabajo y Jaime ha trabajado en el negocio de turismo por muchos años, pero todavía no le gusta ver tantos turistas o tanta gente en general en el pueblo. Entonces, se mudó a las montañas. Tiene un apellido alemán porque su abuelo era de Alemania, pero por lo general se considera boqueteño y chiricano. Jaime aprendió inglés trabajando en turismo y nos dijo que los turistas alemanes de menudo tratan de enseñarle alemán, pero no puede practicar bastante para aprender el idioma.

Después de cabalgar, caminamos en un sendero bastante cerca a nuestro hostal. Fue difícil para encontrarlo, así pregunté al niño curioso, quien había sido siguiéndonos en su bicicleta, si sabía dónde estaba. Él me miró tanto como si fuera una fantasma. Tal vez nunca había oído una gringa hablar en español. Encontramos el sendero y bajamos en un valle pequeño con un río fresco y bellísimo. ¡Qué aventura!

Por la última semana de las aldeas, formamos grupos y preguntamos a la tía de una casa que necesitaron por los niños o por la casa. Los niños saben que cada año los gringos les compran regalos, entonces estaban emocionados. Una niña, mi amiga María, me preguntó si le compraría un reproductor de mp3. Me sorprendí que ella pensó que tuve tanto dinero, y que no estuvo tímida de preguntar por cosas caras. Insistí que no tuve tanto dinero. Luego, supongo que estuvo irritada o enojada conmigo y me dijo que yo tengo una barba, a lo cual le respondí –Sí– y nada más. Ella dijo nada más y luego cambió el tema. Supongo que querría provocar una respuesta de mí, tal vez por atención o de aburrimiento. Continué de charlar con María, entonces recibió atención, pero de una manera más tranquila.

Fue difícil para despedirme a los niños, porque ambos yo y ellos sabíamos que no nos veremos otra vez. Fue difícil para mantener energía para jugar con los niños incansables. Algunas veces fue difícil para jugar con los niños cuando no se comportaron bien. Cada día aprendí algo, y cada día salí llena de gracias que los niños me habían permitido compartir la tarde con ellos. Aprendí mucho de la cultura de Panamá, pero creo que mi experiencia favorita fue jugar con los niños.

Blog Cultural 3- Samuel Ross

Esta semana fue la última oportunidad para trabajar con los niños en Las Aldeas. En una mano estoy feliz porque sé que he hecho todo que puedo para ayudarlos. En el otro, no sé si es suficiente. Espero con los recursos que compramos por ellos ayudan un poco con la vida diaria. En muchas maneras aprendí muchas cosas sobre mi personalidad y actitud. Quiero ayudar los niños en situaciones difíciles pero a la misma vez quiero hacer algo sostenible. Construcción, educación, desarrollo en general son buenas por los niños. En vez de jugando con ellos tal vez podemos ofrecer algo con más valor. Sé que ellos atienden escuela con otros pero tal vez hay cosas que no entienden perfectamente. Cuando era un niño tenía un tutor de español que me ayudó con cosas básicas. Tal vez en este escenario clases de inglés son útiles para comenzar algo por los niños. Este es en reflexión y una lesión para mí. Estoy feliz que jugué con los niños asi ellos me enseñaron mucho.

Yo bebo café cuando estoy en mi apartamento cada día así cuando aprendí que hubo granjas con recorridos decidí que necesite ir a unos. Por eso encontré Fina Dos Jefes. Conducimos con Amy, nuestro guía, y ella nos explicó que la mayoría de café en países centro americano exportan todo que podemos. El intercambio de café es muy inestable y los precios suben y bajan mucho. En los 90s el precio de café fue tan bajo que los dueños no pudieron pagar sus trabajadores y, por eso, se abandonaron sus granjas. Ahora el dueño, quien es un americano, cultiva vegetales en casas verdes y produce tipos de té o café. Además, aprendí sobre el sistema de comercio directo. Cuando un granjero quiere vender sus cosas generalmente se vende a un hombre medio pero en este sistema no hay. El dueño de una tienda paga un poco más por el café artesónale y, de resultado, puede vender productos únicos por más dinero. Todas ganan, incluyendo los trabajadores quien recibe un salario mínimo (un requisito de comercio directo). Al final de la recorrida Amy me seleccionó para ayudar con la procesa de tostar. Cuando la procesa terminó recibí un regalo de café pro mi familia.

Boquete es un pueblo en las montañas así yo, y mis amigos, quisieron agradecer la naturaleza de Chiriquí. Por eso yo y dos otras personas decidimos para montar caballos en una finca ganadera. Durante nuestra experiencia hablamos con nuestro guía, quien se llama Jaime, sobre su vida en las montañas. Cada día él ayuda con los caballos y habla con personas como nosotros sobre el medio ambiente de la granja. Mi caballo se llama pecas y fue gris y moreno. Fue muy tranquilo para sentar en una montaña con un caballo sin coches u otras personas y descansa con la tierra.

 

https://www.youtube.com/watch?v=8NNeTJdkusg&feature=youtu.be