La primera semana en Panamá

 

Cuando yo tenía 14 años, viví en panamá por 2 meses. Antes de viajar esta vez, no sabía si todo sería lo mismo y diferente. Tenía unas expectativas sobre la ciudad y mi familia de aquí. Hace una semana que lleguemos en Panamá y ya encontré muchas diferencias entre Panamá y los Estados Unidos. Las diferencias que me llaman la atención son la comida, las costumbres de la gente, y la belleza del país.

 

En el primer fin de semana, fuimos a la isla Taboga para disfrutar un día de sol. Allí conocimos el Tío Kikito de Alex. Él les enseno como cocinar comida típica de Panamá. Le preguntamos mucho sobre la comida panameña y las formas de cocinar aquí, que son diferentes las de EEUU. El grupo ayudo en la preparación de los patacones. ¡Que ricos son los patacones! Me encanto esta experiencia para aprender no solo como cocinar, pero también costumbres panameñas.

El siguiente día, casi todo el grupo viajo a Valle de Antón. En este lugar, subimos en la montaña, la India dormida. El esfuerzo para subir vale la pena porque en la cima de la montaña puede ver millas y millas. Nuestro guía, Miguel, me dijo que hay una leyenda sobre el origen del nombre de la montaña que tiene que ver con la historia de panamá y los conquistadores. Miguel me enseno que cuando estas en el base de la montaña, la cima parece como una mujer durmiendo.

En el feriado, pasemos el día explorando Casco Viejo. Me gusto mucho ver toda la arquitectura antigua en esta zona. Conocimos el mercado artesiana donde hay muchas cosas hecho a mano de el tribu Kuna.

Durante la semana, fuimos 3 veces a Las Aldeas Infantiles para jugar con los niños. Como soy una persona que le encanta jugar con niños, estaba tan emocionada para esta actividad. En EEUU, trabajo como una maestra de natación de niños, entonces el primer día en las aldeas, yo nade con los niños. Compre una pelota de la piscina y dos flotadores. Los chicos son tan amables y juguetones. Cuando estábamos saliendo en el primer día, 5 chicos me abrazaron y uno me dijo – ahora soy tu novio – no podía dejar de reír.

Semana 1- Samuel Ross

En mis primeras semanas en Panamá he encontrado muchas cosas, incluyendo lugares diferentes. Cuando queremos ir a un lugar diferente hay un un gran reto: logísticas. Las calles de Panamá son muy diferente porque cuando quiero ir a una destinación no hay una dirección exacta, un gran contraste con los estados unidos. La sistema de autobuses, acordando a mi madre de panamá, no es suficiente. Después de dos semanas aquí estoy de acuerdo con ella. Hay muchos autobuses pero solo hay diez o quince personas inundando cada metrobús. Por eso, hay muchos buses y no un cantidad suficiente de personas y este crea mucho tráfico. Esta situación es muy incomodo para turistas también porque un mapa no existe. Sólo ahora, después de 2 semana Andrew y yo podemos usar algunas rutas.

 

Uno de mis lugares favoritos fue nuestro vacación en Taboga. Levante muy temprano en la mañana para tomar un barco a ¨la isla de flores.¨ Con suerte, una amiga en el viaje tenía un tío que vive en la isla. Llegamos a la isla después de casi 45 minutos en el barco, una experiencia que tengo emociones mixtas, y caminamos al hogar de ¨nuestro¨ tío. La playa fue increíble, una sorpresa inmensa por una persona de Delaware. La que era claro y brillante y la arena era suave como algo de una tarjeta postal. Después, hicimos plantaciones en la cocina. Estaba muy calor y, por eso, necesitamos regresar a la playa una vez más.

El sábado (14 de enero) reuní con un amigo que vive en la ciudad. Visitamos un café y casco viejo para explorar un poco. Él me dijo mucho sobre el perspectivo de un inmigrante aquí. Aparentemente hay muchos venezolanos aquí de resulta de la crisis en su patria. Ahora él trabaja aquí, un otro país donde no tiene muchos amigos. Él mencionó que siempre quiere viajar por placer pero solo puede para trabajar. Fue una conversación muy auténtica porque se puede expresar sus pensamientos en espanol sin problemas.  
Cuando estamos jugando/trabajando con los niños tengo muchas emociones. Obviamente ellos tienen una vida muy difícil y no hay nada que puedo hacer otro de jugando y haciendo pulsera. Alumnos veces no creo que este es suficiente. Quiero hacer mas pero solo tengo 2 más semanas así es un poco difícil a crear un impacto grande. Es un poco “descorazonador” pero al mismo tiempo me gustan los actividades que podemos hacer en el momento.

 

Una Semana Increíble

Esta semana, fui a lugares diferentes en la ciudad, y también algunos afuera de la ciudad. El miércoles por la tarde fui al Parque Metropolitano, que es un parque nacional adentro de la ciudad que conserva un parte del bosque seco tropical. Yo y un grupo de otros estudiantes subimos el cerro. Abajo estaba la ciudad, y más allá de los rascacielos, el mar. ¡Qué vista increíble! Me encantó el Parque porque también habían muchos animales y mucha naturaleza. Vimos árboles interesantes, tortugas, y un perezoso. También vimos los senderos de las hormigas llevando pedazos de hojas a sus nidos. Habían limpiado el suelo del bosque donde habían los senderos hasta que solo queda la tierra.

El jueves por la tarde fui al Biomuseo, que está en el Causeway. Es un museo de biodiversidad. Las exhibiciones empezaron con una explicación del papel importante de la biodiversidad en el mundo y las cosas que la amenazan hoy. La exhibición siguiente fue una película de los animales y hábitats en Panamá en un cuarto con pantallas en tres paredes, el techo, y el piso. Porque mi especialización es la ciencia del medio ambiente, me encantó al Biomuseo. Habían exhibiciones de las piedras de Panamá y también los animales extintos. Creo que a la gente en Panamá les interesan cuidar al medio ambiente, pero no es un parte de la cultura sobresaliente. Hay muchos letreros que prohíben tirar la basura y en algunos partes hay papeleras de reciclaje, pero casi siempre estas están contaminadas con basura. Como Costa Rica, Panamá tiene muchos bosques bonitos. Al contrario del ecoturismo de Costa Rica, la economía de Panamá depende en los negocios, debido al Canal.

Un vídeo del Biomuseo y del Parque Metropolitano

El sábado la clase fue a la isla de Taboga y quedamos con el tío de Alex por el día. Tomamos el ferry a la isla y fue fascinante para ver los barcos esperando a pasar por el Canal. En la casa de Tío Kikito, aprendimos a cocinar patacones y arroz con verduras. Yo había cocinado plátanos, pero nunca había cocinado patacones y fue divertido a aprender. Para cocinarlos, corta plátanos en pedazos, fríelos, aplástalos con una piedra o un vaso, y fríelos otra vez. También cocinamos arroz con verduras. Arroz con pollo es un plato muy tradicional para alimentar mucha gente en fiestas, pero Tío Kikito no sabía si hubiera algunos vegetarianos en el grupo. Arroz y patacones son comidas muy típicas y los comen mucho durante fiestas. Por eso, son símbolos de la familia y la amistad.

El próximo día fuimos al Valle Antón. Primero, nuestro guía nos llevó a una catarata, y pagamos $5 para caminar cinco minutos para verla. Fue una trampa de turistas.

La belleza de la trampa turística

Después, subimos la India Dormida, una montaña en un lado del Valle. Era empinada y habían rocas mojadas, pero vale la pena. La vista de la cima fue maravillosa.

El lunes fui a Casco Viejo, donde encontré una mujer jubilada de los estados unidos. Ella me dijo que había vivido en Panamá por nueve años y que se consideró una panameña, pero habló con pronunciación mala. Todavía se vistió como una turista, pero fue muy amable. Me dijo que en los orfanatos de Panamá, los niños no reciben nutrición buena y no comen muchas verduras ni frutas. Ella me preguntó que debo tratar a trabajar con los cocineros del orfanato para mejorar la cualidad de la comida. También me dijo que los niños no saben cómo vestirse de moda, y que debo mostrarles como escoger un atuendo de moda.

Para preparar a jugar con los niños, quité cualquier pensamiento de prejuicio de mi mente y preparé mi corazón a mostrar a los niños el amor y la atención que necesitan. Compré flotadores por la piscina y me preparé a disfrutarme de jugar con niños adorables. Mientras en los estados unidos, mi fraternidad había colectado regalos de materiales de arte por los niños, y voy a traer algunas marcadores y materiales de arte para que los niños puedan divertirse. ¡Los niños son adorables! La mayoría se comportan bien, pero hay algunos que se requieren más atención. Me alegre de que los niños se cuiden; cuando hay un niño que se cae o que se duele, inmediatamente los hermanos le rodean para consolarle. La familia es muy importante a los panameños, y es los mismo en las Aldeas porque todos los niños son una familia.

Semana 1 en Panamá: Andrew Gross

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Después de dos días en Panamá sin ejercicio sabía que necesitaba hacer algo físico. Entonces fue una decisión obvia subir al Cerro Ancón, uno de los sitios más altos de la Ciudad de Panamá.  Situado 200 metros sobre el nivel del mar, la bandera panameña se puede estar visto desde todas partes de la ciudad. De hecho, sus medidas son de 15 metros por 10 metros, similares a las de una cancha de baloncesto. El Cerro es clasificado como un bosque tropical y reserva natural en donde hay un total de 199 especie de flora y más de 65 especie de fauna incluso mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Aunque no se le guste ir de excursiones las vistas de la ciudad a la cima del cerro son vale la pena.

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Sin embargo, Cerro Ancón tiene significancia política también. El Cerro era controlado por los Estados Unidos durante los años de la construcción y posesión del Canal de Panamá. Se convirtió en una musa para poetas como Amelia Denis de Icaza para escribir obras que evocan sentimientos patrióticos. En su poema “Al Cerro Ancón” escribe del perdimiento del Cerro, como si fuera un amante. Afortunadamente para los panameños en 1977 el presidente de Panamá Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter firmaron el Tratado Torrijos-Carter en que los E.E.U.U. le regresó a Panamá a su tierra incluso el Cerro Ancón. Por eso, el Cerro es un símbolo de soberanía panameña e independencia nacional. El Cerro Ancón recibe mis recomendaciones más altas.

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Hasta aquí yo había conocido muchas personas en Panamá, pero sola hay una con que tuve la oportunidad hablar extensamente. Cuando estuvimos en Taboga, durante almuerzo tuve la oportunidad de hablar con el amigo del tío de Alexandra. Con 80 años de edad, él parecía que solo tenía 60, pero su sabiduría y conocimiento probó lo contrario. Le pregunté sobre su vida y sus experiencias vivir en Panamá. El nació y creció en la ciudad de Panamá. Sólo hasta hace poco que se mudó a Taboga. Me contó todo sobre las islas en la proximidad de Taboga y el desarrollo del canal. Más específicamente, debido al hecho de que nuestro viaje sucedió cerca del 9 de enero, le pregunté sobre su experiencia en este día. Él me dijo que este día fue diferente a cualquier otro día que ha vivido. Recordó que después de la matanza de los estudiantes él vio tanques alineados las calles y soldados en cada esquina de la calle. Sin embargo, también dijo que después de la firma de los Tratados Torrijos-Carter, las relaciones turbulentas entre los Estados Unidos y Panamá cambiaron inmediatamente hasta unas de amistad. Además, hablamos de su niñez y el trafico implacable de la ciudad, tópicos más adecuados durante el almuerzo. No obstante, nuestra conversación fue muy profunda.

Para la semana que viene voy a tratar de aprender como enseñar las reglas de baloncesto para que los niños puedan jugar un partido verdadero. Hasta aquí solo hemos podido tirar el balón y nada más. Intento a escribir las reglas en un documento y aprender el léxico requerido para hablar del deporte. También voy a estirar mucho porque los niños son más atléticos que pensaba. Hay algunos que juegan fútbol al mismo nivel como los jóvenes en escuela secundaria. Por eso necesito practicar mis habilidades en la cancha local con mis vecinos. Quizás entonces habrá un partido en que estoy portero pero nadie, especialmente los niños, marcan en mí. Que ilusión.