Mi Segunda Semana en Panamá


El pasado miércoles fui al Cerro Ancón que es el punto más alto de la ciudad de Panamá. Era muy chévere poder ver la ciudad desde allí. Es una de las mejores escenas que he visto. En un lado estaba la ciudad y en el otro se podía ver el Canal y Fuente de las Américas. Antes los españoles usaban el Ancón para usos militares, pero ahora se mantiene las cosas que dejaron. El Cerro Ancón tiene mucha historia en Panamá reflejando sobre las 3 culturas que había en el país. Empezaron con los indígenas que vivían muy simplemente con familias grandes. Vivian en hogares llamados chozas que son hecho de pajas. En Mi Pueblito también vimos el reflejo de algunas casas que utilizaron los afro-antillanos quienes surgieron tras los españoles trayendo esclavos desde África. Se nota como valoran su historia los panameños por que cuidan el lugar y demuestran Mi Pueblito a la gente para que aprenden. El domingo fui al partido de futbol entre Panamá y Costa Rica en el Estadio Rommel Fernández. Aunque no había tanto gente en el estadio como quisiera, se oía el ruido de la pasión panameña. Mi favorito parte fue cuando los aficionados empezaron a gritar “Cerveza”. Era muy chistoso y salí mojado tras la porra de los panameños.

De verdad hay mucha gente venezolana en Panamá. Tuve la oportunidad de conocer a más venezolanos con la ayuda de Álvaro y Valeria, mi hermano y hermana quienes viven con la Señora Irela. Conocí a Laura y Adams que son novio y novia. Adams es el primo de Álvaro. Los dos son muy amables y siempre cuando les hablo tengo risa porque siempre se quieren divertir o hacer chiste. También por si en causo no se alguna palabra o utilizo el español mal, entonces me corrigen. Ellos también vinieron por el mal estado de Venezuela como Álvaro y Valeria. Es muy interesante hablar con ellos de los estados de inmigración y también como todos ellos se quieren desforzar para aprender inglés.

Los niños de Aldeas Infantiles SOS Panamá son muy divertido y atléticos. Si no les dices a los niños que tomen un descanso o que tomen agua nunca lo van a ser. Esta última semana ha crecido la competencia porque más niños van viniendo a jugar futbol. No he visto a muchos niños mayores jugar o demostrar tanto interés como los niños menores. Ojalá que eso puede cambiar porque se nota que niños chiquitos admiran a los mayores. Quisiera que todos los niños siguen jugando juntos armando juegos después de mi última semana.

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Reflexión Cultural # 2

Empecé esta semana en domingo cuando pasé el día en San Blas con Caitlin, Lauren y Katie. Tuvimos un buen tiempo, aunque el viaje allí era muy duro y largo. Salimos a las cinco en la mañana de Niko’s donde había un caro allí para tomarnos al barco. El viaje por caro era dos horas más o menos a través de los cerros del campo, pero la vista era magnifica porque vimos el amanecer. Después de esto tomamos un barco pequeño con dos hombres Kunas para una hora a las islas de San Blas. Solamente conocí el nombre de uno hombre y se llamaba Aturo. Fue muy simpático e informativo con las instrucciones para el día. Hablábamos con él mucho porque nuestro viaje era muy privado fue solamente nosotras y los dos hombres en el barco por una hora viajando a través la mitad del mar atlántico. A veces no vemos cualquier tierra que nos hizo nerviosas, pero Aturo quedó tranquilo que fue reconfortante. Las olas eran grandes y ásperas desde de que íbamos contra la corriente. Fue un viaje muy aventurero. Cuando llegábamos a las playas eran tan bella. El agua tenía la temperatura perfecta y era muy clara que era ideal para usar el esnórquel. Era muy relajante y la comida para almuerzo ellos les sirvieron eran muy rico. Tenían mariscos como los camarones, las langostas y el pescado y también pollo por su puesto, pero nosotros solamente comimos los camarones y pollo, era delicioso. Después de algunas horas aquí Aturo nos llevó a otra isla cerca de donde él vive. En esta isla no había playas o escenario bonito porque era menos desarrollado y había construcción. Todos de las islas cerca de éste parecía el mismo, fue triste ver la realidad de las condiciones vividas de estas personas. De lejos, parecían pequeñas cabañas de madera flotante en medio del océano. Ellos están tan aislados del resto de la sociedad panameña está loca. Los hombres que no encontramos en esta isla eran muy agradables, nos preguntaron sobre nosotras mismos y por qué estamos acá en Panamá y luego continuó trabajando. Esta fue una experiencia increíble y deseo que el resto de nuestro grupo pudieran verlo. Era como nada que he visto antes en mi vida, era tan remota que me siento honrado haber podido visitar y ver su cultura. Las mujeres vestían sus ropas tradicionales y vendían sus molas. La ropa es muy colorida y hecho de telas muy delgadas con los diseños tradicionales que son muy similar de los diseños en sus artesanías. Las molas son una forma de arte en está hecho en las telas con pintura. Incluyen patrones geométricos y dibujos abstractos de elementos de la naturaleza. Desde sabemos que las kunas son el grupo más avanzada, fue interesante para encontrarles. Di se cuenta que había una separación entre su tribu. Había personas más primitivas que llevaron la ropa tradicional, vendieron artesanías como las molas y también había personas más modernizadas como nuestro guía, Aturo, que vistió como nosotros e interactuó con personas afuera de su civilización en San Blas, pero él todavía vivió en las islas en una casa hecho de materiales naturales.

Además de mi experiencia en San Blas, fuimos a un partido de La Copa Centroamericano. Miré el partido de Panamá contra Costa Rica y sorprendentemente Panamá ganó. Fue mi primero vez asistiendo un partido de fútbol afuera de los estados unidos y la experiencia fue muy diferente. Yo tenía la expectación que el estadio se llenaría con gente gritando, cubierto en pintura, agitando sus banderas. Fui casi correcta menos el parte de un estadio llenado con personas. No había muchas personas allí, pero la gente que estaba allí tenían espíritu. Estaban tan emocionados, especialmente cuando Panamá estaba jugando bien. Empiezan a corear, “cerveza, cerveza, cerveza” y cuando Panamá anotó finalmente lanzaron su cerveza en el aire. Era muy divertido y estaba un gran día por el equipo de Panamá.

 

Esta semana al orfanato, jugué fútbol cada día otra vez. Yo no he ser capaces de crear una relación cercana con los niños, porque durante los juegos no pasan tiempo hablando con ellos mucho. He aprendido más se sus nombres y algunos de los niños mayores empiezan a jugar con nosotros también.

Segundo semana en el mejor país del mundo

Me he enamorado con Panama. Me van a tener que amarme en el avión porque no quiero ir de regreso.

Este fin de semana ha sido increíble! He podido visitar tantos lugares hermosos. Durante la semana, todos pudimos visitar el cerro ancón. Este lugar tiene un especial para los panameños porque en la parte superior se puede ver toda la ciudad, lo nuevo y lo viejo. También en la parte superior hay una enorme bandera panameña. La vista era increíble. Luego el viernes regresé a la isla de los flores, Taboga. Esta vez pude pasar la noche y ver como el sol salió. Fue una de las escenas más bellas que he visto. Especialmente porque la luna estaba todavía en el cielo cuando salía el sol. Me alojé en mi casa de tíos en Taboga y él otra vez me hizo y mis amigos auténtica comida panameña. Para el desayuno comimos hojaldra, que esencialmente es masa frita. Mi tío explicó que esto se hace generalmente en las zonas rurales del país porque flor es barato. Para el almuerzo tenemos pasta con comida de mar. Mi tío dijo que era muy a menudo que la gente aquí comía mariscos porque es una fuente alta.

Pude conocer a una persona muy interesante esta semana también. Mientras tomaba un Uber a clase la semana pasada pude hablar con el conductor. Su nombre era Natalina y llegamos a hablar de las diferencias entre nuestras culturas. Estaba encantada de saber que yo estaba aquí para estudiar. Hablamos de cómo el sistema educativo entre nuestros países es diferente y qué tan relajado se siente este ambiente. Me habló de algunos de sus familiares que se mudaron a los Estados Unidos.

Esta semana planeo nadar con los niños y espero seguir viniendo con ellos. Espero que haya dejado un impacto positivo en ellos. Sinceramente los extrañaré.

Video

Ciao,

Alexandra Aviles

1/16-1/22

Otra semana ha pasado y sé que estoy más acostumbrada a la manera de vida aquí que estaba las semanas pasadas. No me preocupa tanto ni el tráfico, ni la incapacidad de seguir un plan, ni la desorganización de la ciudad. También he creado mi propia rutina para ir a clase, trabajar en las aldeas, cenar, hacer tarea, y dormirme. Me siento como tengo un poco más de control en mi vida que había tenido antes. También , me ayuda a tener otro juego de llaves. Antes, solamente tuvimos un jugo para tres personas y no pude salir sola sin preocupándome con las llaves o cuando tenía que volver para revolver las llaves a mis compañeras de cuarto.
Esa semana no hubo mucho tiempo para explorar debido a la montón de tarea nos asignaron. Aun así, en lugar de tener clase en la universidad el jueves, subimos el Cerro Ancón para ver la ciudad y apreciar la historia de panamá. La vista era bonita pero cuando tuvimos que recitar el poema de Amelia Denis de Icaza, se sentía como estábamos iniciado en un culto. Sé que supuso sentir profundo pero en realidad, era extraño.
Durante el fin de semana, fui independiente a Casco Viejo. Casco Viejo es el parte antiguo de la ciudad y está llena de turistas y artesanos. Los bocinazos constantes de los coches resonan en las calles estrechas enmarcadas por edificios antiguos. Caminando por la costa, podía ver la ciudad de panamá en la distancia. Esta yuxtaposición entre el nuevo y el antiguo crea una atmósfera interesante y me hacía sentir como estaba en un mundo diferente. Cómo la ciudad y el ruido y el estrés de escuela no existían. En un sección de Casco Viejo, a lo largo de la costa, hay una calle peatonal donde encontré muchos artesanos quien estaban vendiendo molas (una forma de arte tradicional en panamá), collares, pulseras, y otras cosas turísticas. Eran turísticas porque muchas de las cosas tuvieron “Panamá” escrito en ellos y sola turistas van a comprarlos. También, hay artistas y pintores quien venden sus obras en la calle. Encontré un hombre quien hizo arte en camisas usando una pluma de lejía. Nunca lo he visto antes y si tuviera más dinero en efectivo, habría comprado una de las camisas pero solo tuve $20 y costaron $25. Ese mercado me recordé de un mercado en Santiago de Chile donde visitaba mucho el año pasado. La única diferencia era que el en Santiago estaba dentro de un edificio y el aquí en Panamá está en el aire libre. Casi todo el resto es la misma en general. Me encantó mi día en Casco Viejo porque era generalmente tranquilo porque pude caminar despacio y hablar con la gente. También, me encantó porque era mi primer y probablamente mi último día sola. Soy un poco introvertida y por eso, días cuando no tengo que estar con las mismas personas me hacen sentir muy contenta y tranquila. Con dos compañeras de cuarto, es muy difícil encontrar tiempo para ser sola y ese día en Casco Viejo era la oportunidad perfecta para disfrutar un día independiente.
Mi madre anfitriona, llamada Lucy Singh, es una mujer extraordinaria. Tuve la oportunidad de aprender sobre su vida y pedirle consejos. Primeramente, tiene más de 80 años pero se parece como tiene 70 años. También, era una enfermera empezando en los 1950s cuando tenía 20 años y trabajó como enfermera por décadas. No me dijo cuando retiró. Se casó con su esposo en 1957 (ese año es su quincuagésimo aniversario de boda) y tenía su primera hija el próximo año. Tiene tres hijas. Una vive en casa con ella, otra está casada y vive en el centro do la cuidad, y la tercera está casada y vive en Florida en los Estados Unidos. Mientras criaba sus hijas, Lucy todavía trabajó y también tomó clases por la noche. Lucy dijo que era un tiempo muy difícil y tuvo problemas con su esposo a lo caso del estrés. También me aconsejó que no grite a una persona importante en mi vida cuando estoy enojada. Lo dijo porque cuando una person empieza a gritar, deja a tener sentido o credibilidad. Aparecí el consejo porque aveces tengo dificultades manteniendo la ira especialmente cuando tengo un desacuerdo con mi hermano mayor porque nunca quiere confesar cuando no sabe algo o dice algo incorrecto y por eso, no estamos de acuerdo en general. También, Lucy me aconsejó que durante tiempos difíciles tengas que trabajar duro porque al final valdrá la pena y a abandonar el reto va a dejarte con remordimientos. Cómo una estudiante en la universidad, es fácil a olvidar el razón para estudiar y tomar clases difíciles y fue agradable a recordar el valor de trabajo duro. Finalmente, Lucy no piensa que va a ser una abuela en su vida porque ninguna de sus hijas van a tener o quieren hijos. Por esa razón ella empezó a tener hijas anfitrionas. Ella está haciendo lo mejor de la situación.
En las aldeas esa semana quiero apoyar los niños más jóvenes a hacer cosas nuevas. Algunos de ellos son nerviosos a probar cosas nuevas especialmente cuando no nos conocen. También, uno de mis objetivos es oír uno de los niños pequeños hablan. Pienso que es raro que los niños pequeños no hablan con nadie. No sé si ellos todavía tienen miedo de nosotros o si no quieren hablar pero es mi objetivo a tener una conversación básica con uno de ellos.

La Segunda Semana – Sarah Bloomstone

La segunda semana no fue tan aventurera como la semana pasada pero tuve experiencias culturales importantes durante esta semana.

El miércoles fuimos al Cerro Ancón y Mi pueblito para experimentar a primera mano y aprender sobre la historia Panameña y la importancia del sitio y las tres culturas Panameñas. Cuando subimos la colina, observé otra vez la contraste entre la naturaleza y la ciudad moderna que existe en la misma vista. Además, fue interesante para estar parte de la historia Panameña. Aprendí en la clase de 455 que este sitio tiene mucho importancia histórica y nacionalista, como explica en el poema “Al Cerro Ancón” por Amelia Denis de Icaza, entonces para subirlo me sentí que estaba parte de la historia. Debajo de la bandera enorme Panameña, me sentí más conectada con el país que he sentido anteriormente.

Después de bajamos la colina, fuimos a Mi Pueblito, un lugar histórico que contiene representaciones de los edificios y productos culturales de los Españoles, las Indígenas, y los Afro-Antillanos, las tres culturas que influyeron la cultura Panameña. Aprendí en detalle, sobre el estilo de vida de los Españoles y las otras culturas. Hay muchas diferencias entre los tres estilos de vida. Por ejemplo, los españoles tuvieron más tecnología avanzada, y su sociedad aparece más desarrollada como las otras. Los edificios de la cultura Afro-Antillana fueron más coloridos que los coloniales y fueron de madera. Finalmente, las casas de los indígenas fueron más sencillas. Su estilo de vida también fue más sencilla sin tecnología avanzada ni cosas extras tampoco. Mientras que hay gente indígena que todavía viven como sus ancestros, hoy en día, la sociedad es más desarrollado. (Olvidé a agregar a mi video este video del museo de las polleras tradicionales – https://www.flickr.com/photos/149637769@N03/shares/wEsH5x)

Además del Cerro Ancón, fui a la isla contadora con mi familia para el fin de semana. Tuve la oportunidad de pasar tiempo por la playa, nadar, mirar el amanecer, bucear con el esnórquel y relajarme. Con esta experiencia, realice que Panamá tiene una gran variedad de lugares y medio ambientes diferentes. Me gusta mucho la ciudad, pero es interesante que solo veinte minutos en un avión puede encontrar un lugar tranquilo y aislado sin edificios, ni carros ni mucha congestión. Pienso que esta experiencia agrega a mi admiración y percepción de este país diverso. (https://flic.kr/p/RvbXTH)

El novio de mi tío tiene una prima segunda aquí en Panamá entonces el miércoles por la noche, mi familia y yo la conocimos y su esposo y dos hijos. Ella se llama Claudia y está casado a Allan. Sus hijos tienen 23 años y 20 años. Esta reunión representó una oportunidad de hablar con personas que son diferentes que la familia que vivo con ahora y los profesores que tengo también. Claudia y su esposo son la clase alta. Él es el dueño de una compañía de café en Boquete y el presidente de una escuela privada y ella maneja fábricas. Además ellas están judíos. Claudia es de Argentina pero ha vivido en Panamá por 17 años. Ella tiene una perspectiva única sobre el país y las instituciones sociales entonces fue interesante para hablar con ella sobre sus opiniones. Ella habló sobre la manera de hablar aquí y que los Panameños usan gramática mala y arrastran las palabras, una cosa que no he realizado anteriormente. Además, ella habló sobre las escuelas públicas y las escuelas judías aquí en Panamá. Ella dijo que la calidad de las escuelas públicas es muy baja entonces sus hijos solamente asistieron la escuela privada o fueron al extranjero para la universidad. Hasta este punto, no he conocido personas que tienen estas experiencias ni estas opiniones sobre el país entonces fue interesante para ver el otro lado y para entender el estilo de vida de las personas de la clase alta y para entender las diferencias entre su estilo de vida y lo que he visto .(https://www.flickr.com/gp/149637769@N03/9u7BD1)

La semana pasada mi meta para el servicio social fue hacer una amiga o sea, habla suficiente con un niño para que puede recordar mi nombre, y ¡logré mi meta! He pensado mucho sobre la pregunta que Sr. Cubillos nos preguntó el lunes pasado – ¿Qué impacto quiere tener aquí en las aldeas? – Pienso que es muy difícil para responder a esta pregunta. Porque no he sido tan activa con los niños es difícil para imaginar que tuve un impacto, pero me siento que si he prestado atención individualizada a un niño, una cosa que probablemente no es común cuando vive con 6 o más otros niños en la misma casa, puedo sentirme que he logrado algo o que he hecho un impacto pequeño.

He pensado en el sistema de las aldeas también y prefiero este sistema sobre el sistema de cuida temporal en los estados unidos porque aquí crean una comunidad para los niños en que pueden vivir juntos con otros niños que tienen experiencias similares. Además, esta comunidad, esta familia que la organización ha creado puede tener efectos protectores para la psicología y el bienestar de los niños entonces me orgullo mucho para trabajar con esta organización y me siento agradecida a tener la oportunidad de estar aquí.