Primera Semana

Sin duda, mi lugar favorito que he visitado en Panamá es el Valle de Antón. Hemos ido a muchas playas bonitas pero yo prefiero las montañas. Fuimos en un grupo de veinte tres personas y esto fue muy divertido porque pudimos llegar a conocerse y pasar tiempo juntos. A mi me encantó el Valle porque hicimos una caminata hasta la cima de una montaña que se llamaba La India Dormida. Era muy arduo pero valió la pena. Nunca he visto una vista más bella que la de esta montaña.

Después mi amiga Sarah y yo fuimos a conocer a una amiga de su madre que vive en Panamá. Ella nos dijo que esta montaña tiene su nombre porque desde el pueblo parece que es una india que está durmiendo. Nos llevó a un sitio cerca de su casa donde hay la mejor punta de vista a la montaña para que nosotros pudiéramos verla y nos dimos cuenta de que es un nombre muy apropiado. También nos dijo una leyenda sobre la montaña. Hay otra montaña que se llama El Indio Dormido y se dicen que un día el va a despertarse y buscar a La India Dormida. Me gusta esta leyenda porque a mi me encanta aprender sobre los costumbres y dichos de los locales en los lugares que visito.

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Una persona que he conocido aquí es la amiga de la madre de Sarah que mencioné antes. Ella es muy interesante porque su familia tiene un gran parte en la cultura de Panamá. Ella se llama Teresita Quijano y la familia de su esposo ayudó a reconstruir el Panamá Canal. Ella era muy simpática y nos invitó a cenar con ellos. Ella estudió en los Estados Unidos y habló sobre su experiencia viviendo en otro país que era muy interesante. Nos contó historias sobre sus años en la Universidad y sus dificultades aprendiendo el idioma de inglés. Yo puedo relacionar con ella porque ahora estoy en otro país y estoy tratando de aprender español. Ahora ella tiene mucho éxito y habla muy bien el inglés.

Esta semana yo quiero nadar en la piscina algunos días y jugar fútbol los otros. A mi encanta trabajar con los niños. Es el elemento de este viaje que más me gusta. A los niños les gusta muchísimo jugar con nosotros. Ellos tienen mucha energía y por eso les gusta hacer actividades que requieren mucho ejercisio.

Primera semana en panamá

Antes de este viaje, yo estaba muy emocionada a estudiar la idioma y aprender la cultura de Panamá. No tenía muchas expectaciones, pero en mi opinión el país es tan lindo.

En la primera semana, fui a muchos lugares. Casco viejo fue unas de las primeras lugares que visité. Fui a un restaurante que tiene el mejor smoothie que he tenido en mi vida. Además, Casco viejo tiene un visto increíble del mar y de la parte de la ciudad más nuevo. Fue un primer día fantástico.

El sábado 7 de enero, visité a Taboga. La isla es muy bonita y tiene agua clara e templada. Por eso, nadamos en la agua casi toda el día. Después, el tío de Alex aprendamos cocinar arroz con vegetales y patacones. Los patacones son un tipo de vegetal muy común en la comida panameña. Son fáciles de hacer y solo necesita freírlos. Me gusta mucho las patacones y comí casi diez. Exploré la isla un poco y miré un partido de fútbol de algunos chicos. Fue un día perfecto y por eso, en el momento, yo nunca quise salir la isla.

El día próximo, fui al valle de antón. Allí, subí una montaña que se llama la india dormida. Fue un mapa viejo en los pierdas que explica la historia de algunas tribus.  Fue un poco difícil porque la montaña es muy empinada. Sin embargo, vale la pena porque la vista fue asombrosa. Después de la caminata, quedé una amiga de mi tía quien vive en Panamá. Ella se llama Teresita Quijano y atendió WPI en Boston con mi tía. Ella tiene dos hijos y una hija que son muy amables. También, Ella es una ingeniera y por eso le gusta la tecnología. Sobre la cultura de Panamá, Ella explicó que es muy común que los jóvenes panameñas estudiar en los Estados Unidos si tienen dinero. Por eso, inglés es muy importante. Además, Nosotros hablamos mucho de nuestras familias porque ella conoce mi familia. ¡Estoy emocionada para encontrarse ella otra vez!

Esta semana, empezamos a trabajar con los niños de Aldeas Infantiles. Yo trabajo en un campamento durante el verano y por no eso no tenía miedo trabajar con los niños. Yo nadé con los niños en la piscina y jugué fútbol con ellos. Estoy emocionada a regresar.

 

 

 

 

Primera Semana en Panamá – Sarah Bloomstone

Antes de que llegué en Panamá, no tenía expectativas sobre la ciudad, la gente ni la cultura. No podría anticipar que las calles no tendrían nombres ni que sería tránsito en la entera ciudad cada día entre doce de la tarde hasta ocho de la noche. Pero también no podría anticipar que tuve la capacidad de adaptar a un ritmo de vivir tan tranquilo y desorganizado, una vida que no vivo en casa.

En las primeras semanas, fui a muchos lugares diferentes e interesantes. Fui al parque metropolitano. ¡Y vi un perezoso por la primera vez de mi vida! También vi un paisaje increíble. En la misma vista puede ver la naturaleza y la entera ciudad. No he visto un paisaje ni una ciudad tan diverso. Muchas veces las ciudades están lejos de la naturaleza, pero aquí, especialmente en el parque te sientes que tienes ambas cosas, la naturaleza y un ambiente urbano.

El viernes 6 de enero fui al Biomuseo. Oí que el museo fue muy interesante entonces fue el primer lugar de mi lista de Panamá. Fue un poco difícil para llegar al museo pero valió la pena. Aprendí muchas cosas sobre la biodiversidad de Panamá, perspectivas de la creación del país, y el desarrollo del país y de la ciudad de Panamá.

El sábado, viajé a la isla Taboga. Fue muy bonita y muy divertido también. Nadamos en agua perfecto. Aprendemos cocinar arroz con vegetales y patacones. Era una experiencia única y autentica. Mi parte favorito del día fue cuando empezó a llover mientras que me sentaba en una hamaca. La combinación de la hamaca y el sonido de la lluvia contra el techo creó un ambiente de tranquilidad completa. En ese momento pensé que podía quedar en la isla por siempre.

El día próximo fuimos al valle de Antón. Allá vi una catarata bella y subimos una montaña, el paseo se llama la india dormida. Fue un poco difícil para subir la montaña pero la subí y me sentía orgullosa. La vista encima de la montaña fue increíble y vale la pena.

Además fui al casco viejo, Panamá viejo, y la festival de Jazz en la ciudad de Saber. Disfruté mucho ver las ruinas en Panamá viejo, especialmente la torre que puedes subir. Vi la entera ciudad de la cima de la torre y fue increíble. La mezcla de la brisa y la vista, pensé que vivir encima de la torre. Estoy emocionada para los fines de semana próximos porque tendré la oportunidad de ir a la playa y relajarme completamente.

Cuando visité Casco Viejo, conocí una mujer en una café. Christi, Katie, Alexa y yo fuimos a casco viejo para caminar y explorar la ciudad antigua. Fuimos a una café para tomar café cuando una mujer nos preguntó en inglés de dónde somos. Nos dijo muchas cosas sobre su vida, su hijo y sobre Panamá. Hace 9 años ella mudó a Panamá con su hijo después de él se cayó del cuarto piso de un edificio. Ella nos dijo que la ciudad se curó su hijo y ahora está tratando de vender su compañía, Arise, un negocio para la comida y agricultura sostenible. Le dijimos que estamos tomando clases y que vamos a trabajar en una aldea tres veces cada semana. Luego ella nos compartió mucha información sobre las aldeas y el sistema de las aldeas. Ella dijo que una de los problemas mas grandes en los aldeas es la comida y la nutrición. Según ella, muchas aldeas no cocinan comida saludable para los hijos y no dan vegetales y solo dan pocas frutas entonces nos dijo sobre las aldeas que “sin alimentas buenas, no pueden crecer cerebros fuertes, y sin cerebros fuertes no podemos crecer buenas pensadores.” Disfruté mucho esta conversación porque la mujer fue muy educada y apasionada sobre estas temas entonces yo me sentía más emocionada y más apasionada para visitar la aldea.

El video describe otra persona que he conocido durante mi viaje a Panamá viejo (https://youtu.be/ypH6wnewy5U).

Después del primer día en la aldea, estaba un poco nerviosa porque estaba muy agobiada y tímida. También estuve muy consciente que no pude comprender ninguna cosa que los niños me dijeron. Los próximas días me sentí un poco más cómoda mientras que hacíamos las pulseras pero todavía no comprendí ni hablé mucho. Para esta semana, quiero hablar más con los niños. Voy a llevar el “play-doh” que compré. Espero que me sienta mejor y más cómoda con los niños la próxima semana y con el play-doh tendré más oportunidades para hablar con los niños.

He disfrutado mucho mi experiencia en Panamá y estoy emocionada para el resto del viaje.

Mis fotos de la semana pasada: https://flic.kr/s/aHskPhTEnx

 

La Primera Semana – Rachael Molitor

 

Es la Isla de Taboga

En la primera semana exploré muchos lugares nuevos en Panamá. Mis lugares favoritos son casco viejo, el Parque Metropolitano, la Isla de Taboga y el Valle de Antón.  Creo que la Isla de Taboga era más hermosa que todos los otros lugares porque la playa era muy diferente de la ciudad.  No había los bocinazos de coches o las personas gritando en las calles.  Creo que era muy relajante.  Necesitábamos tomar un barco mediano para llegar a la isa y fue una experiencia muy diferente de los Estados Unidos.  En los E.E. U.U. para montar en un barco mediano, todos los pasajeros necesitan llevar salvavidas y en el barco a Taboga, no tenía que llevar salvavidas.  También, cuando estábamos allí comí comida típica de Panamá de patacones y arroz con verduras y pollo.  Patacones son plátanos verdes que son fritos.  Es importante a usar los plátanos verdes antes de que maduren y endulzan.  Me encanta la playa y Taboga era una de las mejores playas que he visitado porque es el santuario tropical más relajante en la ciudad.  También, Taboga me recuerdo de mi familia.  Cuando yo era niña, mi familia y yo visitábamos la playa cada verano y eran muy divertido.  Fue un buen recordatorio después de una semana difícil lejos de mi familia.

La comida comí en Taboga.

También, he empezado a conocer a mi familia de anfitriona.  Señora Lucy es mi madre anfitriona y ella es muy simpática.  Le gusta cocinar comida de Panamá y, en el otro día, nos enseña como cocinar los plátanos dulces.  Fue una experiencia muy interesante porque los plátanos no son una comida típica en los Estados Unidos, pero son muy fácil para cocinar.  Cortamos los plátanos y salteamos en azúcar morena.  Señora Lucy es muy generosa y amable; ella me recuerda de mi abuela.  Cada noche, cuando las cinco de nosotras quien viven en la casa cenan, hablamos juntas y con Señora Lucy, en español, sobre nuestras clases y las actividades con los niños.  Ella nos corrige nuestra pronunciación o nuestra gramática.  ¡Aprendo mucho de hablar con ella!

Además, esta semana pasada, ofrecimos cuidar los niños en Aldeas Infantiles SOS Panamá.  ¡Los niños tuvieron mucha energía!  Estaba en la piscina con los niños y era muy incontenible porque había veinte o más niños en la piscina al mismo tiempo. Aunque fue muy difícil, creo que fue muy gratificante para enseñar los niños cómo nadar.  ¡Estoy emocionado para volver!

La primera semana en Panamá

 

Cuando yo tenía 14 años, viví en panamá por 2 meses. Antes de viajar esta vez, no sabía si todo sería lo mismo y diferente. Tenía unas expectativas sobre la ciudad y mi familia de aquí. Hace una semana que lleguemos en Panamá y ya encontré muchas diferencias entre Panamá y los Estados Unidos. Las diferencias que me llaman la atención son la comida, las costumbres de la gente, y la belleza del país.

 

En el primer fin de semana, fuimos a la isla Taboga para disfrutar un día de sol. Allí conocimos el Tío Kikito de Alex. Él les enseno como cocinar comida típica de Panamá. Le preguntamos mucho sobre la comida panameña y las formas de cocinar aquí, que son diferentes las de EEUU. El grupo ayudo en la preparación de los patacones. ¡Que ricos son los patacones! Me encanto esta experiencia para aprender no solo como cocinar, pero también costumbres panameñas.

El siguiente día, casi todo el grupo viajo a Valle de Antón. En este lugar, subimos en la montaña, la India dormida. El esfuerzo para subir vale la pena porque en la cima de la montaña puede ver millas y millas. Nuestro guía, Miguel, me dijo que hay una leyenda sobre el origen del nombre de la montaña que tiene que ver con la historia de panamá y los conquistadores. Miguel me enseno que cuando estas en el base de la montaña, la cima parece como una mujer durmiendo.

En el feriado, pasemos el día explorando Casco Viejo. Me gusto mucho ver toda la arquitectura antigua en esta zona. Conocimos el mercado artesiana donde hay muchas cosas hecho a mano de el tribu Kuna.

Durante la semana, fuimos 3 veces a Las Aldeas Infantiles para jugar con los niños. Como soy una persona que le encanta jugar con niños, estaba tan emocionada para esta actividad. En EEUU, trabajo como una maestra de natación de niños, entonces el primer día en las aldeas, yo nade con los niños. Compre una pelota de la piscina y dos flotadores. Los chicos son tan amables y juguetones. Cuando estábamos saliendo en el primer día, 5 chicos me abrazaron y uno me dijo – ahora soy tu novio – no podía dejar de reír.