Reflexión #3

En la tercera semana en Panamá yo hice mucho. Fuimos a el canal de Panamá y fue interesante porque en nuestras clases estábamos aprendiendo sobre su literatura y los conflictos que sucedió entre los panameños y los estadounidenses. Aunque el canal es un gran logro aquí, pienso que mi experiencia allí fue un poco anticlimática. No sé lo que yo esperaba, pero pensé que sería un proceso más impresionable de lo que vimos. Todavía agradezco tener la experiencia de ver el canal, porque muchas personas no tienen esta oportunidad. Creo que la literatura y la historia del canal me fasciné más que la estructura real. La literatura describe cómo la construcción del canal llevó un crecimiento del nacionalismo en el país porque todos querían la misma cosa, el control total del canal. El amor por su país, Panamá, fue muy abundante. Después del viaje al canal, tenía un vuelo a Bocas del Toro.

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El primero día en la isla fuimos a la playa rana roja. Para visitar las playas necesitamos tomar un barco no se puede caminar a otros lugares, la manera más eficiente de viajar fue los barcos. El viaje a la playa rana roja fue solamente quince minutos y cuando llegamos caminar a través de un bosque por unos minutos hasta que llegamos a la playa. Fue hermosa. El agua fue verde y las olas fueron muy grande, me encantaba. Pasé mucho tiempo en el agua y después comí almuerzo allí a un restaurante en la playa.

Allí conocía mucha gente de países diferentes, pero la persona más importante durante nuestro viaje fue el hombre llamado Robyn. Él es panameño porque nació aquí, pero tiene raíces americanas. Él es un dueño de un bar y también tiene un negocio pequeño de turismo. Pasó tiempo con nosotros para dos días nos lleva en tours y excursiones a islas y a lugares diferentes. Nos tomó a Partida Loma en su barco por el día con sus amigos. Nos mostró alrededor de la isla. Vimos la escuela para los niños, el supermercado y donde van a conseguir gas para los barcos electrónicos. Era increíble, me recordó mucho de San Blas porque había pequeñas islas en medio del mar que creó su sociedad. También la sociedad era muy primitiva. Las casas de los nativos estaban hechas de madera y sus barcos también, estaban hechos a mano. El último día allí, Robyn nos organizó un tour en su catamarán a playa estrella y otra isla. Porque necesitamos tener un vuelo a las cinco no pudimos ir a la segunda isla, pero playa estrella era muy divertido. Para entrar la isla necesitamos saltar del barco y nadar a la isla. En la isla había gente artesanías y alimentos naturales. Robyn nos dijo que debemos comprar las pinas coladas, así que compramos algunas y fueron servidos dentro de la piña. Mientras la mujer hacer las bebidas, no dio la pina para comer y eran tan dulce y fresca. Después de almuerzo navegamos hacia otra isla donde Robyn se reunió con nosotros en medio del mar en su barco para llevarnos al aeropuerto. Mientras esperábamos para él, el capitán atado una cuerda al lado del barco y saltamos del barco en el agua para nadar. Nos dijo que agarra a la cuerda y encendió el motor y nos tiró a través del agua. Todo el tiempo estaba pensando que un tiburón iba a venir, pero por suerte sobrevivimos y fue muy divertido. El viaje no hubiera sido lo mismo sin Robyn, me alegro le conocimos.

Este fue nuestra semana final al orfanato y lo extraño los niños mucho. Cada día jugué fútbol con ellos otra vez. Ellos empezaron a llamarme por mi nombre y muchos de los niños mayores juegan con nosotros cada día. Me gustó mucho un niño llamado a Alex, tenía dieciséis años y era la persona muy humilde que conozco, especialmente cuando jugando fútbol. Fue el mejor jugador ha visto, pero era modesto y supo comunicar a sus compañeros de equipo y compartir el balón. A diferencia de muchos otros niños mayores Alex era desinteresado. Le pregunté si él jugó en un equipo y dijo que no, esto fue increíble para mí porque significaba que él enseñó todo lo que sabe sobre fútbol y era mejor que cualquier niño americano con muchos años de entrenamiento. Nuestro último día allí estaba muy triste, los niños nos siguieron al autobús y antes de salimos nos pidieron nuestros números y nombre para Facebook. Querían encontrarnos y contactarnos. Tenía una buena experiencia al orfanato y quiero ir otra vez esta semana, pero siempre tengo los recuerdos.

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