todo lo bueno se acaba: parte iii

Se dice que el tiempo pasa volando cuando te diviertes. Me divertí mucho esta semana.

En Las Aldeas, quería conocer los niños en un nivel más personal. Lunes fuimos a las casas para preguntar las tías sobre lo que necesitaban los niños. Charlé con mucho de las chicas. María Elena quería un mp3 player, y Estrella quería un celular… Tomé buenos apuntes en mi cuaderno, pero dije a las chicas que no pudimos comprar cosas tan caras y individualizadas. Martes jugué en la piscina por la primera vez. Fue muy divertido, y inventé algunos juegos con las niñas. Les gustó mucho cuando yo era «el caballito» y me dieron mandatos para que yo suba o baje. Tuve planes de jugar fútbol el último día, pero cuando llegamos al campo, había una niña solita al lado. Fue la niña de la piscina de martes. Jugamos en las bancas un poco, más tarde, le llevé en un carrito. Me alegre que yo pudiera ser parte de las experiencias de estos chicos, y siempre pienso en cómo sería la vida si viviera en Las Aldeas. Yo sé que porque no tengo planes de volver, el programa es un poco volunturista, pero, espero que estas semanas contribuyan bien a su formación y carácter.

Porque el fin de semana era extendido, decidí ir a Boquete. ¡Qué hermosura! Nunca quería salir. Me quedé en La Jungla Experience con algunos amigos, y el personal allí era tan simpático. Maridos Greg y Mamie son dueños del hostal y nos alojaron muy bien. Vienen de EEUU, y hace un año que manejan La Jungla. Greg nos dijo que aprendió español en Rosetta Stone y fue su sueño tener una posada. Cuando la pareja viajó a Latinoamérica, buscaba sitios que se alquilaban. Por suerte, encontraron Panamá y empezaron manejar la propriedad en Boquete. Ahora, viven allí con sus dos perros y dos gatitos. Vienen muchos europeos y americanos al hostal, también gente de países hispanohablantes (tienen un mapa en el comedor que muestra los sitios de los visitantes).

Visité un cafetal por la tarde. Se llama Finca Dos Jefes, y nuestra guía era Amy. Nos explicó el proceso del café, y detalló los elementos económicos y ecológicos de la industria. Me encantaba mucho que ellos hacen bueno esfuerzo ser sostenible y justo con el tratamiento de sus empleadores. La granja era tan bella, y había olores y vistas inolvidables. Al final, probamos los cafés de la granja y sacamos una bolsa de granos.

Más tarde esta noche, salí para el volcán con Umma, Andrew, la chaqueta, los guantes, la linterna de la cabeza, las meriendas, y mucha agua. Greg nos llamó un taxi, y llegamos a la entrada a las 12:45. El camino fue duro, pero ¡después de 4.5 horas, llegué a la cima! Me enojaba mucho que encima los cerros, había torres celulares. Para mí, es falta de respeto a la naturaleza y la habitación de los Chiriquí. Volcán Barú es un sitio turístico hoy en día, pero todavía viene muchos panameños. Porque era tan temprano, nos quedamos en un torre donde estaban mucha gente dormida. Fue increíble que todos se llevaron. Tomamos siesta hasta las 6:45. A esta hora, nos levantamos para ver el amanecer. Hacía mucho frío, pero ¡valió la pena!

Nunca olvidaré estas experiencias. ¡Muchísimas gracias por todo, Panamá!

Segunda es la mejor: parte ii

¡Esta semana estuvo llena de aventuras! Para mí, los mejores sitios fue el Biomuseo y Panamá Viejo. Aunque no me gustó que eran lugares más turísticos, me alegró que eran muy informativos.

El Biomuseo fue muy impresionante. Los empleados nos informaron mucho sobre el ecosistema de Panamá, y nos daron datos interesantes sobre el museo. Un nos explicó que los techos imitan las frondas de la selva y que las columnas del sótano reflejan las raíces de los árboles. Aprendí mucho sobre las implicaciones globales de la formación del istmo panameño; cambió los corrientes y causó la congelación del norte. Además, resultó en la mezcla del mundos, el intercambio entre el norte y el sur. Todavía tenemos esta biodiversidad en las plantas, los animales, y la gente. 

Panamá Viejo, aunque un sitio vacío de ruinas, estaba llena de historia. Había mucha información sobre la civilización avanzada que existía antes de la invasión del pirata Henry Morgan. ¡La arte tenía tantas detalles! Fue interesante ver como se trataba los muertos también. Regresamos al sitio de las piedras, y nunca terminó; había más y más. No pude entender completamente la complejidad de la ciudad y la edad de los edificios. Fue increíble pensar en las personas que tomaron los mismos pasos. Cuando queríamos volver, fuimos a la verja donde entramos más temprano en la tarde, pero ya estaba cerrada… Por eso, montamos la verja con dos panameñas viejas.

 

Me encantan las personas de Panamá. Especialmente en Plaza Cinco de Mayo, yo vi cada tipo de persona: vieja, jóven, baja, alta, rara, típica, familiar, extranjera. Hay barberos en todos los lugares, ¡los lados de las calles también! Pienso en colorearme el cabello en un salón de belleza porque los salones aquí son muy peculiares comparado con los de EEUU. Los conductores siempre son interesantes. Para ir a la noche de pizza, tomé un Uber con Lauren y Umma. Le dijimos que somos estudiantes de EEUU, y estaba tan emocionada hablar con nosotros. Nos contó sobre su vida en Panamá. Se llama Luz y nació en la ciudad. Tiene tres hijos: un chico tiene 20 años, una chica tiene 18 años, y el chiquito tiene 16 años. Ella sabía algunas palabras en inglés, y discutimos las dificultades del aprendizaje de los idiomas. Lauren propuso que aprender español fue más difícil que aprender inglés, pero Luz y yo no estábamos de acuerdo con ella. Pregunté a Luz sobre las palabras exclusivas de Panamá, y nos enseñó que ‘chantin’ significa ‘casa’.

Mis padres anfitrionas son muy simpáticos, y la gente en la comunidad nos ayuda mucho. En las Aldeas esta semana, quiero ser más activa con los niños. Recientemente, mis niveles de energía han bajado fácilmente. Quiero combatirlos y poner más atención en ellos. Aunque no soy futbolista, voy a tratar de jugar esta semana. También, quiero ayudar en la piscina porque hay mucha oportunidad inventar juegos para los niños y parece que se divierten mucho. ¡No puedo esperar para las próximas aventuras!

La abundancia de peces y mariposas: parte i

La primera semana fue una serie de muchas aventuras.

El sábado Alexandra nos invitó visitar el chantín de su tío en la isla Taboga. El amanecer vino mientras dormíamos, y estuvimos en ruta a las 7:15 de la mañana. Esperamos el ferry por mucho tiempo, y Sam inventó un juego en la fila. Trató de llevar un pedazo de hielo con su pie. Él ganó. El ferry nos llevó lejos de la tierra firme, el canal, el feo edificio de Trump, el hombre que vendía gafas del sol, las familias que esperaban el próximo ferry, el puerto, y mis preocupaciones. Nos quedamos en la playa muchas horas y comimos mucho arroz. ¡Por supuesto, el día no era completo sin un montón de patacones! Me encantó la isla de flores, especialmente el mar. Me sorprendió que el agua hacía frío. El sol me quemó un poco, ¡pero valió la pena! Era tan hermosa.

He conocido a muchas personas y lugares diversos durante este tiempo corto. Lo más interesante hasta ahora eran los conductores.  El viernes, Andrew, Sam, y yo nos reunimos en frente de la casa de Umma y Lauren. Desde allí, nosotros cinco llamamos un uber [para cuatro personas] para ir a Napoli. Nuestro conductor se llamaba Irving. Nació en Panamá y estudió ingeniería electrónica en la Universidad de Washington. Trabajó para Nintendo y nos dijo que fue muy bueno en su trabajo. Ahora trabaja para LG y maneja carros en su tiempo libre [¡tiene cuatro BMWs!]. 

Me encanta Panamá. La vida panameña empareja la de todas las colonias españolas anteriores. Mi casa huele del cuarto de mi abuela, y la ducha es la misma de la de mi madre en las Filipinas. Hay verjas en frente de todas las residencias. Como muchos otros, es un país que conoció el dolor, el sufrimiento, la guerra, y ahora hay que proteger. Estamos en verano, y la lluvia viene y pasa como quiera. Los niños de las Aldeas disfrutan de las vacaciones mucho, y me alegre que yo pueda ser parte de su vida, si solo por un ratito. Siempre pienso en lo que fuera si yo naciera en sus situaciones. Hice un programa en residencia similar en Perú, y todo lo que querían los niños era comunidad. Todo el mundo quiere y necesita la comunidad. Esta semana, espero que pueda conocerles y, con tiempo, entenderles. Necesito saber sus intereses y sus maneras preferidas de comunicación; supe que no les gusta dibujar mucho pero les encanta hacer pulseras. Mi misión en la vida es crear oportunidades, y quiero que estos niños tengan la oportunidad compartir sus historias y sus sueños.

¡Hola de Delaware!

Nací Camille Siena Mapua (una foto de mí) en la ciudad pequeña de Acworth, GA, y puede llamarme Camila. Mis padres son filipinos; se mudaron a los Estados Unidos hace 24 años. Tengo dos hermanas, mis mejores amigas, y nos gusta ver películas juntos. Tenemos una fundación muy rica en música; estaba cantora en la iglesia por ocho años, y canto en el coro de la ópera. Disfruto tanto muchos tipos de música que decidí estudiar portugués porque me encantaba bossa nova mucho. Toca el piano y la guitarra un poco, pero todavía tengo miedo de presentarme. En mi tiempo libre, escribo poemas, hago manualidades, y resuelvo rompecabezas.

Mis estudios primarios son la enseñanza de español y las ciencias cognitivas, y tengo especialidad menor en los estudios latinoamericanos e ibéricos también. Estudio en la Universidad de Delaware hace tres años, y pienso en un título de postgrado en las ciencias lingüísticas. Después de matricularme, voy ser voluntaria en el programa Peace Corps; viajará a otro país para servir la comunidad por dos años. Cuando vuelva a los Estados Unidos, espero trabajar en servicio diplomático, inteligencia militar, o agencias de servicios sociales. ¡Estoy muy emocionada conocerles!