Siempre Hay Más Aventuras en la Segunda Semana

Este semana yo vi la cultura de Panamá desde lo antiguo hasta lo moderno y la de la gente indígena. El sábado fui a Panamá Viejo y vi las ruinas de la ciudad antigua. Fue increíble para caminar donde la gente caminaban y imaginar que un día la ciudad fue destruido por los piratas. Me imagino que es difícil por la gente panameña para tener un recuerdo físico del tiempo de los conquistadores en la ciudad, pero al mismo tiempo las ruinas enriquece a la historia y la cultura.

Luego, fui al festival de Jazz en la Ciudad del Saber, que es un parte de la ciudad. Habían grupos de Jazz panameños y también un grupo de la New England Conservatory. Fue interesante para ver que los grupos locales representaron ambos canciones en inglés y en español, pero el grupo de la New England Conservatory sólo representó canciones sin palabras porque la cantante no pudo hablar español, y supongo que el grupo pensó que la gente panameña no entendería las canciones en inglés. También, es interesante que toda la gente escuchan a música en inglés. En la radio de los coches de Uber y de mi madre, siempre hay canciones en inglés además de las en español. Creo que este refleja a la presión para aprender y entender inglés, además de los anuncios en la calle de lecciones de inglés.

El domingo fui San Blas. Fue un día largo y un poco caro, pero valió la pena. Nos encontramos nuestro chofer a las 5:30 de la madrugada para manejar a la costa. Él se llama Pacífico, y es un hombre Kuna, pero vive en la ciudad porque no hay mucho trabajo sino el turismo en San Blas. Él salió las islas para vivir con familia en la ciudad y asistir a escuela secundaria. Fue difícil por él a aprender a español porque sólo hablaba Kuna. A Pacífico le gusta la independencia y la libertad, porque nos dijo que ha tenido muchos trabajos porque se cansa de su trabajo después de algunos años. Trabajó como policía de la frontera, pero se aburrió y ahora maneja los turistas a San Blas. Pacífico nos dijo que perdimos la temporada de las iguanas. A partir de febrero, las iguanas se reúnen para reproducir, y entonces la Kuna las cazan para comer. A Pacífico no le gusta el carne de iguana porque no es muy suave, pero nos dijo que es comida típica de la Kuna.

 

Para llegar a la costa, tuvimos que subir algunas montañas, El camino pareció como una montaña rusa, con todas las curvas, subidas y bajadas. Por suerte, Pacífico había manejado este camino por años y lo sabía cada curva. Nuestro conversación con él fue interesante. La Kuna tiene alguna tierra firme en la costa que se llaman la Comarca, y ellos la consideren como suyo, alguna tierra independiente de Panamá. Mi madre me dijo que sí la Kuna se consideren más independientes que la considere el gobierno panameño, que es el dueño de la tierra. Todavía tuvimos que pasar por una frontera cuando entramos en la Comarca, donde la policía panameña chequeó nuestros pasaportes. Pacífico nos dijo que hay muchos narcotraficantes que vienen de Colombia que intentan a entrar a Panamá por la Comarca, entonces la frontera cierra a las 5:00 cada noche.

La montaña rusa a San Blas

Cuando llegamos al puerto, Pacífico nos ayudó a tomar una lancha desde la tierra firme hasta las islas. Pasamos muchas, algunas con casas donde viven la Kuna, y algunas con playas y más turistas. Después de una hora, llegamos a la Isla Perro. Fue muy pequeña y había mucha gente, pero fue adorable y me parece como un paraíso tropical. Allí, pasamos el día en la playa y hicimos esnorkel en un barco hundido. Los hombres que nos llevaron en la lancha se quedaron en la isla por el día, igual como los otros lancheros. La gente Kuna fueron amables, pero todavía tuve la impresión de que solamente aportaron nuestro presencia allí porque necesitan el dinero de los turistas. Me parece muy difícil para convertir la tierra de casa en un lugar por los turistas, que nunca pueden entender el significado entero de la tierra. Después de la primera isla, los lancheros nos llevó a una otra isla donde viven la gente para usar el baño. No me sentí cómoda de tomar muchas fotos de esa isla para tener más respeto, pero se puede ver en esta foto que por lo general, las islas donde viven la gente no tienen playas o mucho espacio, en cambio de las islas turísticas.

Este semana en las Aldeas traje esmalte de uñas, pero por accidente compré esmalte con cepillos pequeños para dibujar decoraciones en las uñas. Pensé que habían muchas niñas que querrían pintar las uñas, pero habían pocas, tal vez porque los cepillos fueron difíciles para usar. Los niños no pueden llevar el esmalte de uñas en escuela porque llevan uniformes, pero a algunos de las niñas les gusta maquillarse durante el verano. Esta semana habían algunos niños que fueron un poco agresivos y fue importante para recordarme de sus historias. En un día, un niño se enfureció, me gritó y se huyó de mí. Quince minutos después, estuvimos jugando juntos y al fin del día, me gritó porque tuve que salir. Los niños pequeños requieren mucha paciencia y cariño. Aunque pueda ser difícil para quedarme tranquila cuando los niños no siguen las reglas, es buena practica de tener paciencia y mostrarles el amor que necesitan.

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