Primera Semana en Panamá – Sarah Bloomstone

Antes de que llegué en Panamá, no tenía expectativas sobre la ciudad, la gente ni la cultura. No podría anticipar que las calles no tendrían nombres ni que sería tránsito en la entera ciudad cada día entre doce de la tarde hasta ocho de la noche. Pero también no podría anticipar que tuve la capacidad de adaptar a un ritmo de vivir tan tranquilo y desorganizado, una vida que no vivo en casa.

En las primeras semanas, fui a muchos lugares diferentes e interesantes. Fui al parque metropolitano. ¡Y vi un perezoso por la primera vez de mi vida! También vi un paisaje increíble. En la misma vista puede ver la naturaleza y la entera ciudad. No he visto un paisaje ni una ciudad tan diverso. Muchas veces las ciudades están lejos de la naturaleza, pero aquí, especialmente en el parque te sientes que tienes ambas cosas, la naturaleza y un ambiente urbano.

El viernes 6 de enero fui al Biomuseo. Oí que el museo fue muy interesante entonces fue el primer lugar de mi lista de Panamá. Fue un poco difícil para llegar al museo pero valió la pena. Aprendí muchas cosas sobre la biodiversidad de Panamá, perspectivas de la creación del país, y el desarrollo del país y de la ciudad de Panamá.

El sábado, viajé a la isla Taboga. Fue muy bonita y muy divertido también. Nadamos en agua perfecto. Aprendemos cocinar arroz con vegetales y patacones. Era una experiencia única y autentica. Mi parte favorito del día fue cuando empezó a llover mientras que me sentaba en una hamaca. La combinación de la hamaca y el sonido de la lluvia contra el techo creó un ambiente de tranquilidad completa. En ese momento pensé que podía quedar en la isla por siempre.

El día próximo fuimos al valle de Antón. Allá vi una catarata bella y subimos una montaña, el paseo se llama la india dormida. Fue un poco difícil para subir la montaña pero la subí y me sentía orgullosa. La vista encima de la montaña fue increíble y vale la pena.

Además fui al casco viejo, Panamá viejo, y la festival de Jazz en la ciudad de Saber. Disfruté mucho ver las ruinas en Panamá viejo, especialmente la torre que puedes subir. Vi la entera ciudad de la cima de la torre y fue increíble. La mezcla de la brisa y la vista, pensé que vivir encima de la torre. Estoy emocionada para los fines de semana próximos porque tendré la oportunidad de ir a la playa y relajarme completamente.

Cuando visité Casco Viejo, conocí una mujer en una café. Christi, Katie, Alexa y yo fuimos a casco viejo para caminar y explorar la ciudad antigua. Fuimos a una café para tomar café cuando una mujer nos preguntó en inglés de dónde somos. Nos dijo muchas cosas sobre su vida, su hijo y sobre Panamá. Hace 9 años ella mudó a Panamá con su hijo después de él se cayó del cuarto piso de un edificio. Ella nos dijo que la ciudad se curó su hijo y ahora está tratando de vender su compañía, Arise, un negocio para la comida y agricultura sostenible. Le dijimos que estamos tomando clases y que vamos a trabajar en una aldea tres veces cada semana. Luego ella nos compartió mucha información sobre las aldeas y el sistema de las aldeas. Ella dijo que una de los problemas mas grandes en los aldeas es la comida y la nutrición. Según ella, muchas aldeas no cocinan comida saludable para los hijos y no dan vegetales y solo dan pocas frutas entonces nos dijo sobre las aldeas que “sin alimentas buenas, no pueden crecer cerebros fuertes, y sin cerebros fuertes no podemos crecer buenas pensadores.” Disfruté mucho esta conversación porque la mujer fue muy educada y apasionada sobre estas temas entonces yo me sentía más emocionada y más apasionada para visitar la aldea.

El video describe otra persona que he conocido durante mi viaje a Panamá viejo (https://youtu.be/ypH6wnewy5U).

Después del primer día en la aldea, estaba un poco nerviosa porque estaba muy agobiada y tímida. También estuve muy consciente que no pude comprender ninguna cosa que los niños me dijeron. Los próximas días me sentí un poco más cómoda mientras que hacíamos las pulseras pero todavía no comprendí ni hablé mucho. Para esta semana, quiero hablar más con los niños. Voy a llevar el “play-doh” que compré. Espero que me sienta mejor y más cómoda con los niños la próxima semana y con el play-doh tendré más oportunidades para hablar con los niños.

He disfrutado mucho mi experiencia en Panamá y estoy emocionada para el resto del viaje.

Mis fotos de la semana pasada: https://flic.kr/s/aHskPhTEnx

 

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