Mi primera semana en Panamá ha cambiado la vida. Ha habido tantas experiencias nuevas que nunca olvidaré.
Hasta ahora mi lugar favorito que he visitado esta primera semana ha sido Taboga. La hermosa isla tropical, Taboga, me atrajo. Con el agua increíblemente azul y la arena caliente sabía que el momento en que pisé en la pequeña isla que iba a tener el mejor día de mi vida. Yo tenía razón. El día no podría haber sido más perfecto.
Esta primera semana también me ha dado el tiempo para volver a conectar con mi tío Kikito. La última vez que lo vi fue cuando vino a visitarme en Estados Unidos hace más de un año. Mi tío es un hombre tan interesante. Él tiene muchas historias entretenidas sobre su juventud. Él también cocina la comida más deliciosa. El tío Kikito vino a Taboga conmigo y con la mayoría del grupo de estudiantes y nos enseñó cómo cocinar auténtica comida panameña.
La próxima semana en el orfanato planeo nadar con los niños el lunes y el miércoles. El martes quiero jugar al fútbol con los niños. Tengo muchas ganas de que los niños me enseñen algo de fútbol.
Ciao,
Alexandra Aviles
