Panamá … mi nuevo mejor amigo

Sólo han sido dos semanas desde que aterricé en Ciudad de Panamá, pero siento como si soy a casa. La cultura aquí puede ser encontrada en cada esquina de la calle, vendedor callejero y pieza del pollo que come. Sí, el pollo es su carne favorita y así se ha hecho como una vitamina diaria para mí. Este paraíso tropical es hogar a cientos de islas de orillas, inmigrantes múltiples y la combinación perfecta de bebidas (leche jaja) y comida. He aprendido muchas nuevas palabras, expresiones y aduana de Panamá. Por ejemplo, ahora aprecios lagartos en mi ducha porque comen las hormigas en mi armario. Entiendo que en Panamá cuando las familias celebran cumpleaños y beben alcohol, traen a sus niños con ellos al partido. Pero, sobre todo, he desarrollado la capacidad de negociar vendedores artes en la calle y hablar mi manera de una estafa de taxi de 50 dólares. El análisis de la gente y sitios pasan en mi camino a la escuela cada mañana. Me ha ayudado no sólo a realizar que soy una mujer bonita, (debido a todos los silbidos), pero que la mayoría de la gente en Panamá es trabajadora y amable también. El fin de semana pasado nuestro grupo tenía la oportunidad de visitar la isla hermosa de Taboga, ser invitados en el parador del tío de mi amigo Alex. Mientras allí, experimentamos las playas y el calor de Panamá, junto con la comida deliciosa. Bailé con el tío de Alex, le ayudó a cortar plátanos y cociné arroz del pollo. Estuvimos nadando en las aguas tranquilas después del almuerzo, descubrí algo que nunca olvidaré. Es decir, la cantidad de Orgullo que el tío de Alex tuvo que ser un panameño. Ama su país y aun cuando su familia se fue, todavía se quedaba aquí. Además de la reunión de una generación más vieja de la gente y sitios, también experimenté el futuro de Panamá. A través de mi programa, me hice voluntaria en un Orfanato local durante tres días la semana pasada. Esta experiencia era a diferencia de algo que podría haber imaginado. No esperaba una cantidad tan grande de niños, pero sobre todo que los niños serían tan felices y optimistas. Amé jugar el fútbol con los niños allí, fui escogido primero para jugar cada vez e hice dos nuevos amigos, Marco y Cesar. Estos muchachos están llenos de la energía y se ríen cada vez digo algo incorrecto en español o doy un puntapié a la pelota demasiado con fuerza. Realmente disfruto de mi tiempo con ellos, y espero que mantengan sus personalidades para siempre. Voy a planear un nuevo juego con los muchachos esta semana próxima, una que requiere que más trabajo del compañero y colaboración junten a los niños. Pienso siendo mis amigos los animará a hablar más el uno con el otro y construir amistades a lo largo del orfanato. No puedo esperar hasta que vea a mis muchachos otra vez para un otro juego del fútbol y para todo lo que Panamá todavía me tiene que ofrecer. Sé que todavía tengo muchas memorias para hacer.

Arte callejero

Explorando las playas de Taboga!

IMG_0621-19s6z0m :Estábamos aprendiendo a cocinar el estilo panameño

También, estábamos aprendiendo a bailar el estilo panameño:

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